Los días 18 y 19 de octubre de 2023 se celebró en Wiesbaden (Alemania) el evento «Experimente el poder de la transformación digital con el IoT inalámbrico«, organizado por RFID & Wireless IoT Global.
Fue uno de los eventos más importantes de Europa dedicado a las tecnologías IoT inalámbricas, y contó con la participación de más de 100 expositores y 50 ponentes de varios países.
Tengo que admitir que estos actos tan sectoriales corren a veces el riesgo de convertirse en una reunión de viejos amigos o compañeros de colegio: más o menos todos nos conocemos. Extraordinariamente, en este acto hubo muchas ideas interesantes, que intentaré describirles.
Tres temas surgieron más que otros: sostenibilidad, seguridad y integración.
Uno de los temas transversales que caracterizó el evento fue la sostenibilidad, entendida como la capacidad de crear soluciones RFID que respeten el medio ambiente, reduzcan los residuos y optimicen los recursos. En efecto, la sostenibilidad es una prioridad para las empresas y los consumidores, que exigen cada vez más productos y servicios ecológicos y trazables.
En este contexto, la RFID puede desempeñar un papel clave, ofreciendo ventajas como:
Sin embargo, para alcanzar estos objetivos, las soluciones RFID, tanto si hablamos de sistemas de software como de hardware, deben ser sostenibles desde el punto de vista tecnológico y material.
Esto significa que deben diseñarse para durar, para ser:
En este contexto, algunos fabricantes de etiquetas han mostrado los resultados de años de investigación y desarrollo en la producción de soportes digitales sostenibles durante su fabricación, pero también después, cuando el objeto al que se aplican pone fin a su existencia. Un aspecto entre todos es la elección de los materiales: papel en lugar de PET, aluminio moldeado por láser, adhesivos ecológicos, por citar sólo algunos.
Por otra parte, desde el punto de vista de las soluciones, todo gira en torno a la posibilidad de ampliar la trazabilidad más allá de los límites clásicos de la cadena de suministro, como el origen certificado de las materias primas, y una concreción de la economía circular, entre la segunda mano y el reciclaje consciente.
Otra cuestión clave que me intrigó fue la de la seguridad de los datos, entendida como la capacidad de proteger la información contenida o vinculada de algún modo a las etiquetas RFID frente a posibles ataques o infracciones.
En este contexto, los «GRANDES 2» de los semiconductores, NXP e Impinj, hicieron gala de todos sus conocimientos e indicaron cuáles son los retos presentes y futuros a los que se enfrentan:
Para hacer frente a estos retos, las soluciones RFID deben estar equipadas con funciones y protocolos de seguridad adecuados que puedan garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos. Por ejemplo, puede aplicarse una combinación de diferentes técnicas, entre ellas: autenticación de la etiqueta mediante un código secreto compartido con el lector, cifrado de los datos almacenados en la etiqueta (AES-128) y generación segura y compartida de un identificador único para cada etiqueta.
Otro tema que me pareció muy inspirador fue la incrustación, es decir, la posibilidad de integrar etiquetas RFID directamente en materiales o componentes de productos.
Recuerdo haber escrito sobre este tema hace unos años en un artículo, en el que el sueño de los integradores de sistemas RFID era encontrarse en un mundo en el que todos los bienes estuvieran ya equipados con etiquetas directamente en la producción, o en su embalaje original. Entre las presentaciones a las que asistí sobre este tema, me llamó la atención la de Pragmatic Semiconductor, que mostró cómo su tecnología permite fabricar circuitos integrados flexibles y finos que pueden incrustarse en diversos materiales o superficies. Así, es posible crear etiquetas invisibles que pueden imprimirse en papel, plástico o tela.
Esto abre nuevas posibilidades para la RFID, ¡pero también abriría demasiados paréntesis para este artículo!
¿Nos acercamos, pues, al mundo de ensueño que imaginé?
Un poco, y esta sensación se ve confirmada por las cifras de crecimiento previstas para el mercado de la RFID a nivel mundial y por sectores. Según los últimos informes (también de NXP e Impinj), se espera que el mercado de la RFID alcance un valor de unos 40.000 millones de dólares en 2032, con una tasa de crecimiento anual del 11,1% de 2023 a 2032.
El siguiente gráfico muestra el tamaño estimado del mercado de RFID para algunos sectores clave en 2023 y 2032:
Como puede verse, el Retail es el que presenta un mayor potencial de crecimiento para la RFID, debido a la creciente demanda de soluciones para la gestión de inventarios, la prevención de pérdidas, el seguimiento de productos y la optimización de la experiencia del cliente.
Los sectores de la logística, la industria y la automoción también están en auge, debido a las ventajas que ofrece la RFID en términos de eficacia operativa, calidad de procesos, seguridad y cumplimiento de normativas.
Los organizadores del evento dedicaron mucho espacio a la RAIN Alliance con una zona de conferencias específica, en la que se presentó la evolución del estándar RFID GENv2 a GENv3.
Se trata de una nueva versión de la norma EPC/RFID desarrollada por el consorcio RAIN Alliance, que introduce nuevas características y mejoras para la RFID UHF pasiva.
Entre las principales novedades de la norma GENv3 destacan:
Bueno, digamos que yo tenía unas expectativas decididamente distintas sobre el tema, en cambio el enfoque de los distintos actores presentes fue muy cauto, y nadie hizo grandes proclamas.
Un gigante como Fraunhofer mencionó la IA como impulso para la investigación de implementaciones del gemelo digital, pero no entró en muchos detalles.
Mientras que Nedap declaró el uso de análisis de IA para optimizar las lecturas de túneles RFID para su uso en logística.
Pensaba que era el año de la inteligencia artificial aplicada a la RFID, pero en su lugar descubrí que la mayor tendencia es la sostenibilidad, lo que creo que es una buena noticia para todos.
Sin embargo, no basta con producir etiquetas RFID para ser sostenibles. También tenemos que invertir en investigación y desarrollo para que las etiquetas sean más respetuosas con el medio ambiente, biodegradables o reciclables. Y cuando desarrollamos nuestras soluciones tenemos que tener en mente qué objetivos de sostenibilidad son alcanzables y qué nos gustaría que se consiguieran.
Por ejemplo, ¿ha leído alguna vez nuestro informe?