3 motivos para adoptar el RFID en la empresa
07/01/2022
El RFID es ya una tecnología bastante bien conocida. A pesar de ello, a menudo no están claros cuáles puedan ser los aspectos que lo hacen verdaderamente ventajoso en la identificación de objetos y personas… y no exactamente sólo aquéllos citados en el párrafo “Ventajas del RFID” en Wikipedia.
Yendo a lo específico, en este artículo hablamos de:
¿Cuáles son por tanto las 3 características del RFID que marcan la diferencia respecto a una identificación tradicional mediante lectura de código de barras o identificación “a vista”?
Es posible identificar de manera continuada (desde el punto de vista de la percepción humana) en unos pocos segundos un número elevado (decenas, hasta centenares) de objetos presentes en las proximidades del sensor (hasta 10 metros aproximadamente). Todo esto gracias a dispositivos de lectura móviles o fijos.
No es necesario “ver” el objeto para poder identificarlo, como ocurre con el lector de código de barras o la identificación manual: los objetos, iluminados por las ondas radio del sensor, responden incluso si el usuario no los ve.
Es la aplicación software la que gobierna el proceso de identificación y los eventos que se han de producir como consecuencia de la misma.
Dos tags RFID aplicados a dos objetos idénticos convierten cada uno de ellos en un objeto único y reconocible durante todo su ciclo de vida. Es el código unívoco de cada tag el que determina la identidad.
Esta última característica, juntos a las anteriores, permite realizar aplicaciones de búsqueda de objetos, inventarios, control del desarrollo de la producción, controles de entradas y envío de mercancías, etc., todas ellas muy apreciadas por nuestros clientes, especialmente en el mundo del fashion y manufacturing.
Este vídeo muestra por ejemplo una aplicación de “búsqueda de objetos” que hemos llevado a cabo.
La app instalada en un smartphone, conectado por Bluetooth a un sensor móvil, permite al operador localizar un objeto específico entre todos aquéllos presentes en las estanterías gracias a una señal acústica y a un indicador cromático.
