En el corazón palpitante de la empresa yace un preciado tesoro, la información.
Los clientes, con sus huellas digitales, tejen un lienzo único: cada clic, cada preferencia, cada comentario es un hilo que compone un retrato de quiénes son y qué quieren. El perfil del cliente, fruto de relaciones de confianza construidas a lo largo de los años, es la llave para abrir puertas secretas. Nos guía a través de sus deseos ocultos, nos ayuda a anticipar sus necesidades y a confeccionar un servicio a medida.
Los productos son otra baza estratégica: la información que gira en torno a ellos es nuestro manual de instrucciones para crear experiencias extraordinarias. Conocer a fondo cada detalle, cada característica, cada elemento distintivo, nos permite confeccionar una propuesta específica para cada cliente y cada sector del mercado.
Aquí está el reto cuando se trata de soluciones de venta digital: unir los datos de los clientes con los datos de los productos para proporcionar información valiosa a los responsables de la toma de decisiones dentro de la organización.
Cuando nos sentamos a la mesa con nuestros clientes, una pregunta que nos hacen a menudo es: ¿cómo elaboramos propuestas promocionales específicas?
Nosotros respondemos con algunas preguntas propias:
Hoy podemos contar con soluciones de venta omnicanal que nos permiten «cuidar» los datos, almacenarlos, cuidarlos y compartirlos con esmero y atención, tanto si se trata de datos maestros de productos como de cartografía de clientes.
Esta combinación de datos de clientes y productos nos permite crear promociones específicas sólo para ese cliente en ese sector, personalizando la oferta.
Cuando el cliente percibe que le conocemos y sabemos cuáles son sus necesidades, incluso las más ocultas, que nuestros productos han sido creados específicamente para él, abrimos el camino a la fidelización, la satisfacción y el crecimiento.