Transformar el mundo de la alimentación hacia la sostenibilidad gracias a soluciones digitales: este es el reto al que se enfrentan hoy las empresas tecnológicas para reducir el desperdicio alimentario.
El 40% es ya el porcentaje de comida que se desperdicia en todo el planeta, con un impacto no sólo económico y social, sino también medioambiental, ya que es responsable del 8-10% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el hombre a nivel global (WWF – 2021).
Son cifras que dan que pensar y alimentan una mayor concienciación entre los consumidores. Prueba de ello es el crecimiento constante de apps y plataformas digitales para la reducción de residuos, desde Too Good To Go a Phenix pasando por Myfoody o Regusto: solo Too Good To Go sumó 21 millones de nuevos usuarios registrados y 72.000 nuevas tiendas activas en 2023.
Aunque estas plataformas se centran en la fase final del consumo, el potencial de las tecnologías digitales para combatir el desperdicio de alimentos se extiende a toda la cadena de suministro y puede ayudar a las organizaciones a mejorar su impacto en el ecosistema que las rodea.
Pensemos en una empresa que produce y distribuye productos frescos o ultrafrescos, que llegan a diario a las estanterías de los supermercados o se sirven en bares, restaurantes u hoteles. La frescura es un requisito fundamental para estos productos, que deben distribuirse a gran escala y venderse a lo largo del día para garantizar la máxima calidad y seguridad para el consumidor.
Esto significa que los productos que no se venden al final del día deben desecharse, con un impacto no sólo económico para la empresa, sino también social, para la comunidad, y medioambiental, para el planeta.
Aquí es donde las tecnologías digitales pueden marcar la diferencia, proporcionando información de ventas casi en tiempo real para apoyar las decisiones empresariales y mejorar la eficiencia operativa:
Las plataformas digitales de venta no sólo ayudan a mejorar los procesos internos, sino que también crean valor para todas las partes implicadas:
Esta es la dirección que nosotros, como Aton, hemos elegido y que también hemos puesto en blanco y negro en nuestros estatutos como Sociedad de Beneficencia: lograr un resultado común beneficioso para todos con nuestras partes interesadas, combinando la eficiencia operativa y la reducción de costes con la sostenibilidad, con un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, como relatamos en nuestro informe de evaluación de impacto.
Póngase en contacto con nosotros para saber qué soluciones digitales le ayudan a reducir el desperdicio de alimentos para un futuro más sostenible.