En los últimos meses (sí, estamos hablando de meses) hemos visto una proliferación de artículos, títulos, cursos relacionados con un tema que no es nuevo, pero que ha visto un aumento de presencia en la web gracias a unos pocos factores: la IA. A estas alturas, si mencionamos a ChatGPT, mucha gente sabe lo que es, pero aún queda mucho camino por recorrer para compartir la cultura de la inteligencia artificial.
Empecemos por desmontar un mito: la inteligencia artificial (IA) no sustituye a los humanos, sino que les ayuda a realizar tareas repetitivas y a analizar enormes cantidades de datos, encontrando similitudes.
Analicemos un caso de uso: un médico hoy en día puede interpretar el resultado de un análisis y dar una opinión basada en sus conocimientos y en los casos que ha encontrado y analizado a lo largo de los años de trabajo. La IA se puede entrenar con muchos más casos, puede comparar muchos más contextos y variables, y proporcionar al clínico una pista más precisa en la que basar sus evaluaciones. Como vemos, no estamos sustituyendo al médico, sino que le estamos apoyando con una cantidad de información que no podría consultar.
La inteligencia artificial nació hace muchos años y el concepto de entrenar a una máquina para que le ayude a aprender no es nuevo si solo pensamos que en 1950 Alan Turing publicó el artículo «Computing Machinery and Intelligence» dando el pistoletazo de salida a la IA.
Por otro lado, lo que literalmente ha ‘explotado’ en los últimos años, o mejor dicho, meses es la inteligencia artificial generativa, es decir, una tecnología capaz de generar contenidos o imágenes.
¿Por qué no era una tecnología tan utilizada hasta hace un año?
Son varios los factores que han contribuido a la difusión de esta tecnología en la vida cotidiana. La emergencia sanitaria ligada al Covid ciertamente ha contribuido a su evolución, pero es con la entrada de nombres importantes, uno de ellos Microsoft, que hemos notado la verdadera transformación: estos gigantes, de hecho, han puesto a disposición la infraestructura para procesar miles de millones de datos y poder generar modelos (LLM Large Language Model) hasta hace poco inimaginable. Y es gracias a estos modelos que ahora somos capaces de analizar la información para extrapolar las palabras importantes que tienen sentido dentro de nuestros flujos de trabajo de aplicaciones.
Como Aton, inmediatamente nos preguntamos cómo podíamos aplicar y adaptar la inteligencia artificial a diferentes contextos y sectores, incluso con la participación de algunos clientes. Para nosotros, la formación y la investigación y el desarrollo son aspectos fundamentales para evolucionar y mejorar nuestras soluciones y servicios, y es de aquí de donde nacen las mejores ideas y las aplicaciones que utilizamos cada día.
Estos son algunos de los temas que estamos abordando en nuestros equipos de investigación y desarrollo en los que la IA puede desempeñar un papel importante:
Analicemos uno de estos casos para entender mejor el valor añadido que puede aportar la inteligencia artificial.
El Service Desk es un punto crucial para una empresa porque tiene la tarea de dar respuestas precisas en poco tiempo para apoyar a los usuarios en contextos que a veces no son fáciles como los puntos de venta.
Aquí las solicitudes de asistencia son de lo más variadas, desde problemas con la emisión del recibo o con el software de caja, hasta apoyo en el uso de dispositivos hardware y periféricos de las tiendas, desde asistencia a aplicaciones de software hasta orientación sobre los procedimientos a seguir, por ejemplo para la correcta gestión de promociones e inventarios. Algunos temas requieren el conocimiento de las herramientas y procesos, y este conocimiento no siempre se difunde de la manera correcta o simplemente no hay tiempo para hacerlo. Tal escenario genera estrés y complica el trabajo.
Con la inteligencia artificial finalmente tenemos la capacidad de crear conocimiento usable y usable a través de un chatbot que apoya a los usuarios en la resolución de los problemas más comunes, responde a todas horas y es capaz de comunicarse en múltiples idiomas. Todo ello se traduce en eficiencia, agilizando las operaciones y liberando a las personas de las peticiones más repetitivas para dedicarlas a servicios asistenciales en los que mejor puedan expresar su valor. Si a esto le añadimos la posibilidad de consultar los datos de la empresa y dar respuestas personalizadas, podemos adivinar cuánto margen de mejora tenemos con esta innovación.
Gracias a la capacidad de gestionar diferentes temas, el chatbot se convierte en un verdadero asistente capaz de brindar soporte en diferentes contextos con la precisión que el usuario espera de un operador calificado.
La inteligencia artificial generativa ha avanzado mucho en este campo porque permite crear un asistente capaz de interpretar correctamente la petición del usuario y formular respuestas precisas en lenguaje natural.
Con las herramientas actuales, la búsqueda de un tema comienza escribiendo los términos principales en una barra de búsqueda, y el resultado consiste en uno o más documentos que cubren el tema. Al usuario le queda la tarea de abrir los diferentes documentos, entender su contexto y buscar la información que necesita. Sin embargo, a falta de un repositorio de documentos, la búsqueda se traslada al océano de correos electrónicos acumulados a lo largo del tiempo y manuales de procedimientos.
Hoy en día, con los asistentes virtuales, es posible formular una pregunta en lenguaje natural y recibir una respuesta en un lenguaje igualmente natural, y la comunicación puede continuar en un flujo de trabajo de preguntas y respuestas que conducen a un enfoque preciso de la solicitud. En este contexto, la redacción de la documentación es un paso fundamental y Aton puede proporcionar el apoyo y el know-how para hacerla utilizable. La documentación, la formación, la puesta a punto, los flujos de trabajo son algunos de los conceptos que, bien calibrados, convierten al asistente en un importante punto de referencia para los usuarios.
Las nuevas tecnologías se vuelven interesantes cuando se contextualizan y se utilizan de la manera correcta. Las nuevas tecnologías también conducen a nuevas interfaces de usuario. A partir de esto se puede entender la importancia de una empresa preparada para reaccionar ante estos escenarios, con la formación y el apoyo necesarios para una correcta implementación de las tecnologías.
¿Te gustaría conocer más sobre las nuevas tecnologías que Aton está implementando? Pronto un nuevo atonpeople me ayudará en esta historia, ¡estad atentos!