¿Cómo podemos reaccionar ante los cambios repentinos del mercado, analizar los datos y tomar decisiones informadas y medibles?
Esta es una pregunta que muchos empresarios nos hacen a menudo: intentamos responderla compartiendo nuestra experiencia en este artículo.
El Business Intelligence es el conjunto de procesos y herramientas de análisis de datos empresariales, con los que somos capaces de:
Si a principios de la década de 2000 teníamos poca información sobre las tendencias empresariales y los informes que se podían generar eran simples y estáticos, hoy la situación se ha invertido por completo y el problema es exactamente el contrario.
Tenemos varios puntos de entrada de datos y la posibilidad de integrarlos desde sistemas de terceros, pero las herramientas de análisis no siempre están al alcance de todas las instalaciones, debido a las licencias o a los costes de implantación e integración.
Así, cuando se quiere tener cierto control sobre los datos, Excel se convierte en un actor indispensable. Esta situación ha dado lugar a la proliferación de hojas de cálculo inmanejables, en las que el error humano es difícil de detectar salvo por un especialista.
En un contexto tan articulado, con varios factores que analizar, la adopción de una herramienta dedicada parece, por tanto, una elección obligada. Esta solución, además del coste, aporta al ecosistema empresarial complejidades dictadas por:
¿Y si todo esto ya estuviera presente en una única solución de Gestión de la Distribución?
Si pensamos en los datos de ventas, por ejemplo, tenemos la información procedente del sistema de caja que se combina con los datos de ofertas y fidelización. Hoy en día, todo esto puede centralizarse y estar disponible internamente, incluso para grupos con numerosos puntos de venta.
Tener el control de la propia empresa y ser capaz de apoyar a la propia red de ventas (ya sean tiendas directas o afiliadas) es ahora indispensable, especialmente en un entorno que evoluciona rápidamente y en el que los escenarios deben analizarse casi en tiempo real.
Las personas que realizan los análisis son diversas y de distintos niveles, y la profundidad de la información puede y debe filtrarse en función de la función y la responsabilidad.
Cuando tenemos que analizar el rendimiento de una tienda o de un departamento concreto, el movimiento de mercancías -al que hay que asociar un coste- es uno de los aspectos fundamentales que hay que tener en cuenta.
En general, podemos decir que un coste se asocia a una línea de venta en función de una lógica acordada, por ejemplo, el coste de la última compra o una media ponderada. Esta lógica no es aplicable a los productos transformados, donde existen conceptos de elaboración y transformación que complican la atribución de un coste y donde a menudo proliferan los ficheros creados ad hoc por los responsables de departamento para llegar a un resultado que no siempre es exacto.
Analicemos una situación muy frecuente: una empresa compra media canal que se transforma para obtener cortes y productos, por ejemplo carne picada. En muchos casos, el coste de estos productos se imputa fuera de los sistemas de la empresa.
Disponer de un sistema que ya aplique reglas y arroje costes y un balance departamental significa proporcionar herramientas y datos fiables que dejen al usuario autorizado la tarea de analizar y actuar, en lugar de concentrarse en recopilar y procesar información.
Actualmente estamos asistiendo a un cambio generacional en las aplicaciones, la Inteligencia Artificial está ayudando a aumentar la productividad, y el Business Intelligence también está integrando esta tecnología.
Todo esto hará que pronto sea posible construir Cuadros de Mando y KPIs utilizando el lenguaje natural: será posible preguntar «muéstrame la tendencia de las tiendas del Véneto en los últimos 30 días en comparación con el año anterior» o «muéstrame la marginalidad por categoría de producto del departamento de frescos de la última promoción».
Son sólo pequeños ejemplos de cómo la interpretación del lenguaje natural simplificará la interacción con los datos. Así, esta tecnología también estará al alcance de las personas que tengan que analizar datos sin tener una formación técnica.
En una empresa en la que abundan los datos, centrarse en la información que se necesita y ser capaz de construir cuadros de mando y KPI útiles para analizar el negocio significa gobernarlo.
Todo esto forma parte del saber hacer de Aton, que no sólo diseña sus sistemas pensando en las operaciones diarias, sino que también se preocupa de proporcionar herramientas de gestión empresarial dentro de sus soluciones.
¿Quiere saber más sobre las nuevas tecnologías que está estudiando Aton? Permanezca atento.