Hasta el año pasado nos habría parecido imposible o, cuando menos, inusual; sin embargo, estos meses nos han enseñado que incluso proyectos de desarrollo IT, más o menos complejos, pueden gestionarse en modalidad full-remote, ya sea desde la oficina o desde casa, dialogando con nuestros interlocutores de una forma distinta. Fases como el análisis —que a menudo requería varias sesiones cara a cara con el cliente, incluso con interlocutores diferentes—, la integración con los sistemas empresariales —que implica a terceros como las casas de software—, o la formación a los usuarios finales —hasta ahora impartida principalmente de manera presencial—, hoy pueden realizarse también completamente en remoto.
Así lo demuestra el proyecto llevado a cabo conjuntamente por Aton y Bellani a lo largo de 2020: la empresa lombarda, que opera desde hace más de 70 años en el sector de los cosméticos profesionales para peluqueros, decidió dotar a su fuerza de ventas de una herramienta digital de recogida de pedidos y gestión del cliente, con el fin de hacer que la oferta comercial fuera más ágil, precisa y acorde con los tiempos.
Gracias a la nueva app, el vendedor puede gestionar de forma sencilla y rápida un proceso de recogida de pedidos especialmente complejo.
Uno de los requisitos fundamentales solicitados a la nueva aplicación de ventas era su capacidad de adaptarse a la velocidad y complejidad de las transacciones propias de este sector, en el que deben considerarse numerosas variantes de un mismo artículo, como por ejemplo las coloraciones para el cabello.
“Gracias a la nueva app, el vendedor puede gestionar de manera simple y ágil un proceso de recogida de pedidos particularmente complejo”, explica Federico Bellani, Responsable de Desarrollo de Negocio de la empresa. “La flexibilidad en la elección de las múltiples variantes disponibles —hasta 200 en algunos artículos—, la clasificación de los productos por marca y la gestión automática de las promociones, le permiten conducir la venta con la máxima fluidez directamente frente al cliente”.
La gestión de un proyecto de este tipo en modalidad full-remote ha traído consigo nuevas formas de colaboración con los distintos stakeholders, desde el cliente hasta los terceros implicados: el intercambio más frecuente de las diferentes actividades y del estado de avance de los trabajos permite avanzar con sucesivas mejoras, optimizando tiempos y recursos y sentando las bases de esas relaciones de confianza que muchos clientes de Aton valoran como el principio más importante.