En estos días se está celebrando la décima edición del Salone della CSR e dell’Innovazione Sociale, el principal evento dedicado al tema de la sostenibilidad en Italia. Repasando el programa me ha llamado la atención la intervención de presentación del libro “Sostenibilidad para escépticos”: como si los autores quisieran subrayar que, aunque hoy en día todos hablan de sostenibilidad, no existe todavía una conciencia total de lo penetrante que este concepto deba ser, no refiriéndose sólo al ambiente, como suele ocurrir, sino a toda la sociedad. Es una oportunidad preciosa para la empresa, para iniciar un cambio positivo y obtener ventajas competitivas y ocasiones de desarrollo.
Se trata de un aspecto con el cual me he tenido que confrontar a menudo en estos meses en los que he trabajado en un proyecto que suponía un gran desafío: la redacción de nuestro Primer Report de Evaluación de Impacto.
En Aton se ha prestado siempre una fuerte atención a los temas relacionados con la sostenibilidad, que son inherentes a nuestro DNA y nuestra razón de ser y representan el núcleo de nuestra mission. En 2021 hemos querido dar un paso más y nos hemos convertido en Sociedad Benefit, poniendo por escrito en nuestro Estatuto algunas finalidades de beneficio común para todo el ecosistema que nos rodea. Con Tania, Responsable de Impacto de Aton y todo el Board de la empresa, hemos iniciado un recorrido de profundización y análisis de estos temas, junto con un consultor, para medir los efectos directos e indirectos de nuestras actividades en los stakeholders en las áreas de laboratorios, del ambiente, de la governance, de los clientes y de la comunidad.
Ha nacido así nuestro primer Report de Evaluación de Impacto, un documento voluntario, ya que para nosotros es éste el primer año como Sociedad Benefit: lo hemos querido ágil y lo hemos concebido, en la dirección del Report de sostenibilidad, como un nuevo modo de contarnos y de expresar el valor de las personas que cada día participan a este proyecto, para hacer realidad todos juntos los beneficios comunes de un crecimiento sostenible.
El aspecto más complejo y, al mismo tiempo, más apasionante de este recorrido ha sido con toda seguridad traducir las que han sido hasta ahora expresiones libres de nuestro hacer empresa, dadas prácticamente por descontadas en nuestro actuar diario, a números y KPIs que nos permitieran poder facturar tal contribución hacia nuestros principales stakeholders.
Si en el balance del ejercicio los números son el elemento imprescindible, no lo son tanto cuando nos encontramos con tener que valorar los efectos sobre las personas, ambiente y comunidad. ¿Cómo se valoran impacto social y ambiental? ¿Cómo se declinan sus resultados? ¿Con qué indicadores y objetivos?
Como nuestro primer beneficio común hemos colocado en una posición central a las personas y su crecimiento a nivel profesional y personal. Las actividades de formación y la vía del coaching con un profesional externo han visto implicadas a 152 atonpeople por un total de 2.850 horas de formación y 1.348 horas de coaching con 30 cursos realizados. Objetivo de estas actividades, el ayudarnos a expresar nuestro potencial partiendo de la escucha activa y del constante trabajo conjunto, articulando para cada uno de nosotros un proyecto evolutivo sobre la base de nuestras actitudes y de nuestras competencias profesionales y personales: nos lo ha contado muy bien Giulia en su artículo “3 consejos para elegir la empresa correcta”.
Por cuarto año consecutivo, también en 2021, Aton ha obtenido la certificación Great Place To Work como ambiente de trabajo de calidad: el 85% de los atonpeople considera Aton un excelente ambiente de trabajo y el índice medio de satisfacción ha aumentado, pasando del 79 al 81%. Éste es, en nuestra opinión, el principal resultado obtenido este año y es también el momento para recoger ideas de mejora y activar nuevas iniciativas de implicación en la óptica de la evolución continua de nuestro team.
Crecer significa para nosotros también estar en constante búsqueda de nuevos talentos y nuevas ideas, contribuyendo a crear oportunidades de trabajo de calidad en nuestro territorio (beneficio 6): creemos en la importancia del stage como instrumento win-win de acercamiento entre las instituciones escolásticas y el mundo del trabajo y en realidad un 68% de los stages realizados en 2021 se han traducido en contrataciones del personal.
En el pasar revista a las acciones realizadas para el ambiente, nos hemos preguntado cuánto pudiese incidir nuestra contribución en el planeta, en un momento histórico en el que estos temas son más que nunca actuales y “calientes”: hemos comprobado que estamos de acuerdo en promover ante todo la importancia de una cultura basada en el uso responsable de los recursos mediante pequeños gestos que, repetidos a diario por cada uno de nosotros, puedan conducir a grandes resultados. Vale como ejemplo la promoción de la vídeo llamada que, junto con el smart working, nos ha permitido ahorrar 77mila km respecto al 2019, reduciendo así las emisiones contaminantes.
El valor multiplicativo de las pequeñas acciones cotidianas sobre el planeta se aplica también a nuestras soluciones. Otro aspecto fundamental expresado en los beneficios comunes es de hecho el compromiso de proyectar softwares y servicios que ayuden a los clientes a hacer más eficiente su business y, al mismo tiempo, reducir su impacto ambiental y social.
Estos resultados se han medido gracias a la implicación y la participación activa de los clientes que comparten con nosotros los valores legados a la sostenibilidad y que han hecho reflexionar sobre el poder “multiplicativo” de nuestras soluciones. De aquí nace la necesidad de fijarnos objetivos de crecimiento sostenible cada vez más desafiantes, continuando a investir en investigación, desarrollo e innovación para que nuestras soluciones se conciban desde su origen para generar valor ambiental, social y económico para nuestros clientes y para todo el ecosistema que nos rodea.