En el artículo anterior hablamos de las estrategias de crecimiento en el modern trade del post-COVID e introdujimos cómo un enfoque ágil así como la prontitud en la recogida del dato marquen la diferencia en su utilidad para quien encarga tal recogida en los canales distributivos.
Una aplicación de store execution permite normalmente registrar para cada producto si está tratado, su precio, si está out of stock, el facing, la exposición, etc., pero esto es sólo la punta del iceberg.
Gracias a estas soluciones nuestros clientes comprueban y registran la conformidad de los surtidos, es decir, la congruencia de lo detectado con los productos previstos para el cluster, la “cesta” de artículos que un determinado grupo de puntos de venta o una cadena debería tratar en base a los acuerdos tomados por las distintas partes.
Normalmente se registran también las promociones, o sea, el precio y las indicaciones de la tipología de promo (y su presencia en el folleto publicitario).
Frente a un dato introducido que no respeta ciertos parámetros definidos, la aplicación es capaz de reconocer una anomalía y solicita al usuario que rastree en ese momento o en visitas sucesivas la gestión de tal anormalidad con activación del workflow hacia el cliente o la propia sede. En algunos de nuestros clientes (como Granarolo, Pastificio Rana, Findus o Amica Chips, por citar sólo algunas marcas conocidas) se ponen también a disposición las promociones esperadas y el usuario puede así confirmar o no su presencia.
Cada actividad prevé la posibilidad de hacer fotos y adjuntar documentos, siempre de forma diversa y configurada según las propias exigencias y en completa autonomía.
Están también disponibles funcionalidades para:
El elemento diferenciador es la flexibilidad: no se trata de hecho de información “estática”, sino configurable por el referente del trade marketing en autonomía, mediante la adecuada web app.