No transcurre un día en nuestra vida en que no estemos de algún modo intentando encontrar un sitio en el mundo. Parece una frase filosófica, y quizás de alguna manera podría serlo. ¿Cuántas veces usamos el navegador para responder a preguntas símil-existenciales? ¿Dónde estoy? ¿A dónde tengo que ir? ¿Cuánto tardaré en llegar a destino?
Todo gira en torno a tecnologías y descubrimientos que tienen como objetivo ayudar al hombre a localizarse a sí mismo y los objetos que le son importantes. Si llevamos este concepto al mundo de los servicios y la industria, entenderemos fácilmente cuáles y cuántas ventajas podemos obtener teniendo esta información bajo control.
Esta temática está directamente conectada con el Internet of Things (IOT), ya que para poder localizar un asset o una persona tengo que dotar a un instrumento con un aparato inteligente que sepa comprender las preguntas y proporcionar respuestas.
La digresión sobre las posibilidades tecnológicas que existen para localizar mercancía, personas y animales es bastante larga, pero se divide en dos categorías principales que reflejan el resultado esperado:
Las dos implementaciones son extremamente diversas por la aplicabilidad, costes y, sobre todo, infraestructuras necesarias. Otra variable adoptada para valorar la correcta solución de localización es también la precisión máxima con la cual se consigue localizar un item en un espacio predefinido.
Las soluciones de traciabilidad de Aton en estos años han tenido como punto de fuerza la implementación de sistemas RFID con los cuales hemos dado soporte a nuestros clientes para la mejora de los procesos de identificación, automática o no, y de traciabilidad.
Partiendo de la importancia de los requisitos de instalación y aplicabilidad, el artículo de hoy se concentra en favor de una tecnología ya consolidada y no sólo emergente, como el BLE (Bluetooth Low Energy).
Fonte: Zebra Technologies
Y es justamente sobre la traciabilidad que se está concentrando un verdadero crossover tecnológico: ¿por qué limitarnos a identificar y registrar la última posición conocida, cuando podemos también localizar en tiempo real nuestros assets o las personas, añadiendo un layer tecnológico relativamente simple como el BLE?
Bluetooth Low Energy es un protocolo de transmisión de datos basado obviamente en la tecnología bluetooth, pero con algunas particularidades interesantes que lo hacen adaptable a las finalidades descritas anteriormente — localización e identificación.
El “secreto” está en las palabras “Low Energy”, es decir, a desventaja de la velocidad de transmisión podemos transferir la misma cantidad de datos del Bluetooth, pero con mucha menos energía necesaria. Pero, ¿cómo se realiza el cálculo del posicionamiento? Mediante un algoritmo de triangolación, en base a la posición conocida de las antenas o emisores.
¿Por qué debemos limitar la energía consumada? Porque el aparato inteligente que nos ayudará a identificar nuestro item necesita una fuente energética — normalmente una batería pequeña — para poder confirmar la propia presencia a un interrogador: vuestro móvil o bien una antena adecuada.
Menos energía consume, más la etiqueta (también llamado Beacon) garantizará el propio funcionamiento continuo.
Esto ha sido siempre un punto de enfrentamiento con las tecnologías pasivas, y así como con los coches eléctricos se puede uno arriesgar a tener que ir a pie, sobre todo si tengo centenares de etiquetas instalados, ésta se convierte en una situación arriesgada.
Afortunadamente el desarrollo tecnológico ha venido en nuestra ayuda y hoy un etiqueta BLE con a bordo una batería al litio puede garantizar hasta 5 años de funcionamiento.
Como para el RFID, también el BLE se convertirá en parte integrante de las soluciones Aton. A menudo se usa el término “agnóstico” para definir un software independiente del hardware o de las tecnologías que utiliza para alcanzar sus objetivos. Prefiero pensar que en realidad haya más aceptación que agnosticismo.
Pensamos en el mundo del retail, muy lejos de las lógicas industriales y de producción, y bien, cada vez más nuestros clientes de ese sector sienten la exigencia de tener bajo control también aspectos que incluyen la localización. Sobre este tema nuestra solución .onTag está a disposición para una demo en nuestra Experience Room “The Source”.
Nuestros clientes usan RFID y BLE para rastrear y localizar:
¿Os acordáis del problema de la batería para los beacons BLE? Ahora bien, el futuro se presenta de color de rosa también desde ese punto di vista. Numerosos estudios e investigaciones están alcanzando resultados óptimos en la aplicabilidad de sensores y la utilización de antenas capaces de alimentarse con sólo la recepción de las ondas electromagnéticas transmitidas en el éter. ¿Traducido? ¡Tags BLE pasivos! ¡5G y también 6G!
La evolución de las tecnologías de transmisión viaja también en estas frecuencias cada vez más anunciadas, pero que todavía no consiguen implicar una diferencia en términos comerciales. En las tecnologías descritas en este artículo no hemos profundizado demasiado en la diferencia entre indoor y outdoor. Actualmente la gestión de la localización al aire libre se confía al GPS o al ultra wide band, pero con la implementación del 5G y todavía más del 6G, todo hace pensar que el futuro se uniformará con una única tecnología.
Concluyendo, nuestras soluciones pueden ya satisfacer todas las exigencias de traciabilidad, pero con el añadido de layers específicos para la localización, ¡llegaremos a cubrir todo el campo de posibilidades!