Subirse al escenario de Silicon Valley para compartir la visión de Aton fue una emoción única. Un momento que jamás habría imaginado cuando, hace 38 años, comenzamos nuestro camino desde Treviso.
Fuimos seleccionados entre 12 empresas italianas de un total de 14.000 candidatas (650 premiadas y 150 finalistas), dentro del programa “Imprese Vincenti – Italian Excellence in Silicon Valley”, organizado por INNOVIT e Intesa Sanpaolo.
Un privilegio enorme: llevar a California no solo nuestra tecnología, sino también la historia de una empresa italiana que a lo largo de los años ha colaborado con grandes actores internacionales y que hoy da soporte a más de 250.000 usuarios en todo el mundo.
A principios de septiembre comenzó nuestra experiencia al otro lado del océano, en San Francisco, la cuna de la innovación mundial. Allí tuvimos la oportunidad de presentar .one, el ecosistema digital integrado, potenciado por la inteligencia artificial, diseñado para optimizar las ventas, la trazabilidad y la supply chain con soluciones verticales escalables.
La fuerza de la solución .one es su capacidad para transformar datos complejos en decisiones operativas inmediatas y medibles. La hemos desarrollado para potenciar y acelerar los procesos de venta, aumentar la productividad y la calidad del trabajo de las personas y de las organizaciones.
Hoy .one ya se utiliza en distintos sectores: desde el food & beverage (con especial atención al fresco y a la cadena de frío), hasta la gran distribución, la moda y la energía (GLP).
En Estados Unidos, la versión dedicada al segmento de productos frescos y a la compleja cadena de frío despertó un gran interés: una señal de que el know-how italiano puede aportar una contribución decisiva en un ámbito crítico de la supply chain global.
Este viaje a Silicon Valley ha confirmado una convicción mía: la tecnología italiana tiene todo lo necesario para dialogar con los gigantes mundiales.
Durante el viaje tuve la oportunidad de reunirme con la alta dirección de Meta, Salesforce, Google, Microsoft, Zoom y Nvidia — la empresa que ha revolucionado la inteligencia artificial con sus chips y que hoy es la más valorada del mundo.
También fuimos recibidos en las universidades de Stanford y Berkeley, cunas de la innovación global, donde la investigación y el espíritu empresarial se encuentran cada día.
Las Big Tech estadounidenses ofrecen plataformas de vanguardia, pero Italia ha enseñado cómo usar la tecnología de manera sartorial.
Nuestro profundo conocimiento de los procesos de negocio, unido a la agilidad de nuestro software y al potencial de la inteligencia artificial, nos permite responder ya hoy a necesidades concretas: optimizar procesos, reducir costes, aumentar ingresos.
El viaje a Silicon Valley no solo fue un honor, sino también una etapa crucial en la estrategia de crecimiento internacional de Aton.
Hemos llevado con nosotros la excelencia del digital italiano, demostrando que la tecnología puede ser al mismo tiempo sostenible y centrada en las personas. Nuestra visión de la IA es pragmática y flexible: no ciencia ficción, sino una herramienta concreta para generar valor para las personas, las empresas y las cadenas de suministro.
Vuelvo a Italia con una convicción aún más fuerte: la innovación no tiene fronteras. Y la excelencia digital italiana puede encontrar su espacio también en Silicon Valley.